Celia Ruiz. El éxtasis hecho música
por Francis Arroyo Ceballos

No sé porqué extraña circunstancia he acabado asistiendo a un concierto íntimo del que tenía pocas referencias.
Los astros a veces se alinean y encaminan tus pasos hacia donde no imaginas que debes estar. Hay veces en las que lo acelerado se torna en pausa y lo que se presume como normal en una exaltación para los sentidos.
Recuerdas por casualidad un concierto en el que tema tras tema te supusiera un éxtasis emocional, en el que en su conjunto fuera principio con ausencia deseada de final?
Celia Ruiz con temas como "Five",
"Oceans" o "Crazy" me ha hecho recordar porque dediqué
parte de mi vida a la música, porqué versos acompañados de melodía en su justo
plano pueden hacer que uno se evada por unos instantes de los sinsabores del
día a día, transformando todo ello en lo idílico que es el constatar como una
voz repleta de terciopelo y unos medidos arreglos musicales elegantemente
expuestos te transportan al excelso plano de lo imaginativo, por cuanto en la
ensoñación del ser está la verdadera respuesta y razón de vida.
Degustar cada uno de sus movimientos vocales y gestuales al abrigo de la más sinuosa exquisitez es un deleite que muy pocos intérpretes son capaces de provocar o transmitir al contemplador o "escuchante".
Desde Puerto Real, sin prisa pero sin pausa, olas navegan con intensas melodías abarcando lo inimaginable, cubriendo de poesía, sentimiento y ternura lo que a su paso ronda, acariciándote.
Pocas veces, muy pocas, no recuerdo la última, una actuación me hace querer más, desear el deseo de eternidad en lo atemporal como el mejor de los acompañantes al proceso creativo que delimita mis pensamientos.
Auguraría si de mí dependiera el mayor de los éxitos a esta joven cantante y compositora pero no hace falta, no la hace porque las cosas que salen del alma a las almas llegan, y en ellas permanecen haciéndolas resurgir como necesaria respuesta por remover la esencia de cada ser, aflorarla y dotarla de nuevo de un sentido o sentir de existencia.
No sé porqué extraña circunstancia acabé asistiendo a un concierto del que tenía pocas referencias. Y tal y como vine me fui, pero esta vez con la sensación de haber soñado despierto.
